Carlos Javier
Gómez Sánchez
El Barrio de las Bodegas de Utiel
es uno de los símbolos de la historia vinícola de Tierra Bobal Utiel-Requena. Se
trata de un antiguo ensanche industrial construido en 1885 a la vez que la
Estación ferroviaria de Utiel. En esa época, conocida como la Edad Dorada
Utielana (1840-1952), la población estaba en pleno apogeo económico como centro
de producción de vino (cultivo, elaboración y destilación) enfocado a la
exportación. Esta barriada albergaría la mayor concentración de bodegas
industriales de toda España, pertenecientes a comisionistas de vino, bodegas “a
cuenta” de la burguesía comercial local y bodegas de trullo de los propios
labradores, razón por la cual comenzó a conocerse a Utiel como la “Bodega de
España”.
Este espacio sería el principal
centro logístico y de producción mecanizada de vino de toda la Meseta de
Utiel-Requena, lo que daría origen a un rico patrimonio que por desgracia ha
sido escasamente valorado en las últimas décadas. Sin embargo, todavía se
conservan suficientes edificios singulares que simbolizan esta etapa de
desarrollo vinícola y la historia de Utiel durante su Edad Dorada.
La ruta que hoy mostramos es una
propuesta para los visitantes interesados en el patrimonio industrial y
ferroviario de la ciudad. Un recorrido por la cultura del vino utielana durante
los siglos XIX-XX que nos adentrará en algunos de los edificios más singulares
del Barrio de las Bodegas y su entorno cercano.
Un paseo lineal que comenzará en el Almazar-Museo de la Miel y la Cera
para finalizar en la Bodega Redonda-Museo del Vino.
- Almazar – Museo de la Miel y la Cera
Ubicado en el corazón del barrio
homónimo, un pequeño ensanche neoclásico de finales del siglo XVIII, el Almazar
era una instalación preindustrial destinada a la extracción de miel y cera
obtenida por los colmeneros. La apicultura en Utiel siempre fue un importante
sector económico que perdería protagonismo a medida que la viticultura se
generalizaba e industrializaba. En su interior se conserva una prensa de viga que,
mediante un mecanismo de presión con un contrafuerte de piedra caliza, sacaba
limpia la cera. Su actual musealización permite hacer un recorrido por la
tradición apícola de la ciudad y su comarca (colmeneros, turroneros, trashumancia,
gastronomía melera, etc.). Además, es sede de la Cofradía de San Isidro
Labrador, heredera de la Real Cofradía de Colmeneros y Labradores de Utiel
fundada en 1772 tras haber agrupado varios gremios de colmeneros de origen medieval.
Entre las calles Doncellas y
Travesía de Doncellas se conservan dos buenos ejemplos de las tradicionales
bodegas de trullo. Unas instalaciones destinadas a la elaboración de vino artesanalmente
por parte de los medianos y pequeños propietarios vinícolas (“labradores” y
“labrantines”). Estas bodegas consistían en un cubo excavado en la tierra, el
trullo, donde sobre unas tablas de madera se pisaba la uva, acumulando el mosto
en el recipiente junto al hollejo para su maceración, trasegando el vino
fermentado a los depósitos contiguos. Las bodegas de trullo utielanas presentan
una tipología constructiva muy singular, con un portón carretero para el acceso
de la maquinaria, carros y demás elementos agrícolas, y una puerta de trullo que
arrancaba aproximadamente a medio metro del suelo, donde se descargaba la uva.
En su interior existía una zona al descubierto y otro espacio cubierto donde se
albergaba el trullo y en la planta de arriba un secadero para uvas pasas, las
llamadas “pansas”, de autoconsumo.
- Rincón y calleja de San Antón (arquitectura
tradicional utielana)
Nos encontramos ante un
conjunto de viviendas que ejemplifican la arquitectura tradicional utielana, a
medio camino entre el pueblo histórico y la ciudad industrial. Vemos varias
casas con fachadas sencillas y austeras propias de la cultura castellana,
conformada por una planta baja con zaguán y portón, una primera planta con las
alcobas donde se asoman sus sobrios balcones de forja, y una guardilla en el
último piso conocida como “cámara”. El único elemento decorativo que sobresale
es el retablo de azulejería manisera, dedicado a San Antonio Abad, con
importantes connotaciones de religiosidad popular que buscan la protección del
santo para los animales domésticos, esenciales para la supervivencia de la
familia. Por último, observamos un coqueto callejón con un acceso cubierto, la calleja;
que permitía a los vecinos de la manzana entrar a los patios y corrales del
interior.
Bordeamos una de las bodegas más
grandes de la D.O. Utiel Requena, la Cooperativa Agrícola de Utiel, pero antes
de llegar a su fachada principal, vemos el antiguo “Despacho de Vinos”. Esta
era la estancia donde los utielanos compraban o recibían el vino necesario para
autoconsumo familiar. En Utiel, la cultura del vino está muy presente con el
consumo tradicional en barral porrón o
pucheros de barro para tomarlo en casa, y en bota de cuero durante las faenas
agrícolas o “záhoras” (banques festivos). No obstante, el grueso de la
producción de vinos estaba concebido para la venta a granel fuera de la
comarca.
- Plaza de Toros “La Utielana”-Museo Taurino
Nos alejamos unos metros del
Barrio de las Bodegas para visitar la Plaza de Toros “La Utielana”. Construida
por iniciativa de la Sociedad Taurina La Utielana en 1858, bajo el diseño de
Alfonso Diego de Arocas. La obra simboliza el auge de Utiel a comienzos de la
gran expansión vinícola del siglo XIX, con un aforo inicial de 8.000
espectadores, ampliado a 10.000 en una reforma de 1888. La plaza de toros es
una de las más grandes y antiguas de la Comunidad Valenciana. El coso es una
obra de mampostería y ladrillo macizo que se apoya parcialmente en una ladera
natural del paraje de Mataperros. En su parte más elevada es protegido mediante
un tejadillo de madera sostenido por ciento ocho columnas de hierro colado con volutas jónicas,
y el escudo laureado del municipio sobre el palco presidencial. Como
singularidad, destacan las tres puertas neomudéjares de acceso, independientes
al edificio principal. Junto a la plaza, desde 1997 está el Museo Taurino de
Utiel, donde podemos recorrer los pormenores de la cultura taurina y la
historia de la fiesta en Utiel. La tradición de la localidad está documentada
desde el siglo XVI, con cosos taurinos prefabricados que se levantaban en la
Plaza Mayor del Ayuntamiento o la Puerta del Sol. En la actualidad sigue
celebrándose con gran importancia la Feria Taurina durante la Feria y Fiestas en
Honor a la Santísima Virgen del Remedio, con más de 160 ediciones de manera ininterrumpida.
6.
Bodega-Cooperativa Agrícola de Utiel
La comunidad de pequeños y
mediados cosecheros locales se agruparían para poder eludir los intermediarios
en la venta de vino y sus abusos. El “Gremio de Cosecheros de Utiel” de 1861
sería la primera intentona, pionera en toda España. No obstante, el movimiento
tomaría fuerza con la “La Redentora Utielana” (1883-1887) y sus 112 miembros
fundadores. En 1899 nace la “Comunidad de Labradores de Utiel”, que
evolucionaría en 1912 a la “Cámara Agraria” y finalmente en 1927 a “Cooperativa
de Viticultores Sindicato Agrícola de Utiel”. A partir de ese año, mientras
sigue aumentando el número de socios, se realizan diversas acciones en promoción
del vino: alcoholera propia, la guardería municipal, formación de la Caja de
Ahorros de la entidad, compra de aparatos para la confección de materias
primas, alquiler de un local para almacenamiento, gestiones para adquirir la
Casa Social, embotellado de vinos de forma artesanal, etc. Un modelo exitoso
que se reproduciría en toda Tierra Bobal Utiel-Requena y La Manchuela entre los
años 1930-1960. En 1945 comenzó la construcción de las actuales instalaciones con
una extensión de 17.000 metros cuadrados y una capacidad de más de 30 millones
de litros. En su momento sería la bodega más grande de España y la segunda de Europa.
Considerada una “joya de la arquitectura industrial valenciana”, destaca la fachada
principal y vestíbulo en estilo art decó, con una rica decoración del
ceramista Vicente Abad con temática relacionada a la cultura vinícola de
Utiel.
- La Mesilla de la Virgen
La Mesilla o Mesa de la Virgen
es un icónico lugar donde los utielanos se congregan para recibir a su
patrona, la Santísima Virgen del Remedio, cada 6 de septiembre. En el centro de
la plaza está la mesilla donde se coloca a nuestra “Serranilla” acompañada por
todos los utielanos y vecinos de toda Tierra Bobal Utiel-Requena, bajo el
resplandor de los fuegos artificiales y el sonoro volteo de las campanas.
Antiguamente la mesilla era un pedestal de piedra labrada, que previamente a la
bajada era engalanado por una hermosa y monumental enramada, formada por arcos de
espliego que servía a modo de ofrenda para el recibimiento.
Pequeño edificio esencial para conocer el peso de las cargas que llevaban carros, cabrias, camiones y tractores. La báscula municipal, con una capacidad que llega a las 60 toneladas, tenía un papel protagonista en la tradición bodeguera. Previamente a la venta de la uva a las grandes bodegas comisionistas, era necesario conocer el peso exacto, pues en función de este valor cobraría el labrador. A medida que la Cooperativa Agrícola monopolizaba toda la producción, la báscula municipal perdería protagonismo frente a la báscula con que cuenta la propia cooperativa en su zona de descarga, también digna de ser visitada.
- La Vuelta de la Uva
Nos encontramos ante uno de los
episodios icónicos de la tradición vinícola de la ciudad, que ocurre cada año durante
la vendimia entre los meses de septiembre y octubre. La “Vuelta de la uva” o
“Vuelta al Nogueral” es como se conoce la cola de carros, más modernamente de
tractores con remolques, que esperan descargar la uva vendimiada en la
Cooperativa Agrícola. Era tal la acumulación de carreteros cargados con la
cosecha y a la espera, que se creaban interminables colas que desde el Barrio
de las Bodegas circunvalaban toda la ciudad hasta el viejo campo de futbol del
Nogueral. Se llegaba a alcanzar nada menos que 1,5 km de distancia.
Carros esperando descargar la uva y en la parte inferior otros descargándola.
- Bodega Mompó
Vicente Mompó era un
terrateniente y comerciante valenciano que hizo fortuna con la venta de vinos
aprovechando la crisis de la filoxera, que en Utiel afectó tardíamente y con
poca virulencia. La bodega, enfocada a la compra, fabricación y exportación mediante
las “expediciones de vino” en ferrocarril, es un diseño del arquitecto Luis Gay
Ramos. Con un gran portal central flanqueado por dos torres usadas como
despachos y laboratorio, que dan a un patio central rodeado de los descargaderos,
cuyo mosto fermentaba en multitud de trullos y el vino resultante quedaba
almacenado en los depósitos de la nave trasera. Además, el tratante de vino
adquirió la finca de los Córdova en la aldea de Calderón, actual Bodegas Sierra
Norte, para una mayor producción. Los vinos de Mompó alcanzaron considerable
fama, siendo el principal exportador español en lugares tan alejados como
Latinoamérica o Filipinas.
- Bodegas comisionistas
Con las crisis vinícolas del
oídium y la filoxera a lo largo de la segunda mitad del siglo XIX, la
destrucción del viñedo francés y de otras regiones vinícolas forzó la búsqueda
de nuevos territorios con una tradición en la comercialización de vinos. Utiel,
que se dedicaba de manera ininterrumpida a la producción y venta desde el siglo
XIV, fue un atractivo lugar para multitud de comerciantes o tratantes de vino
originarios de Valencia, Cataluña, Francia, Suiza o Alemania. Todos ellos muy
interesados por las capacidades extraordinarias de la variedad autóctona de
uva, la “bobal”, para hacer vinos de coupage. En este tramo de la ruta
podemos ver varias bodegas con este fin (Egli, Ramírez y La Marquesita),
cercanas a la estación para una pronta salida mediante vagones cargados de
“pipas” (toneles) o en “fudres” (vagones cisternas).
- Estación Ferroviaria de Utiel
La estación de ferrocarril de
Utiel fue proyectada como intermedia dentro de la línea “Directa” Madrid-Valencia.
Aunque el proyecto de Francisco Ortega del Río data de 1870, las obras no
empezarían hasta 1882 gracias a la presión ejercida por los comerciantes y
exportadores de vino y aguardiente, apoyados por el Banco Regional Valenciano y
que crearían la “Sociedad de Ferrocarriles de Cuenca a Valencia y Teruel” para
ejecutarla. Tras su inauguración en 1885, el proyecto de continuación a Teruel,
Cuenca y Madrid quedaría paralizado por diversos motivos económicos y políticos,
por lo que estuvo funcionando durante 62 años como verdadera Estación de
Término, canalizando a través de sus muelles una intensa actividad comercial
que afectó considerablemente al desarrollo económico, social y urbanístico de
la ciudad, y convirtiéndose así, en un verdadero núcleo polarizador de la
industria y el comercio de Tierra Bobal Utiel-Requena. A principios del siglo
XX, se concibió a Utiel como un nudo ferroviario de primera categoría, pues
además de la línea Madrid-Valencia, se proyectaron ferrocarriles directos con
Francia y Andalucía. Con estos fines, se llagaría a ejecutar las obras de la
línea Baeza-Utiel en 1926 y proyectar el Teruel-Utiel en 1932, aunque no conseguirían ser completados ante la inestabilidad
política y económica. Tras
la Guerra Civil, en 1940 se firmó un convenio entre el Estado y la Compañía de
Ferrocarriles del Norte para explotar el tramo Utiel-Las Cuevas-Camporrobles,
que ya había sido utilizado durante la contienda. El gobierno volvió a
considerar esta línea como prioritaria y se declaró urgente la construcción del
tramo Cuenca-Utiel en 1943. La inauguración oficial sería en 26 de noviembre de
1947 con la presencia de Francisco Franco.
En un principio la estación (edificio
de viajeros) contaba con una sola planta con un pequeño cafetín-librería anexo
a la derecha. En 1947 se le dio la actual traza, levantando una planta
adicional y la torreta como viviendas del jefe de estación, así como un
edificio independiente a la izquierda como cafetería-restaurante. A todo esto,
el nudo ferroviario de Utiel se complementó a lo largo de su historia con una
gran cantidad de infraestructuras en el extenso terreno que abarcaba (226.000
m²): marquesina de hierro, muelles cubiertos y descubiertos, almacenes de
mercancías (vino a granel, troncos maderables, gavillas de monte bajo, caolín
de la Sierra Negrete, cemento de Benagéber o carbón de Henarejos, etc.), barrio
de trabajadores ferroviarios, cocheras para resguardar trenes y demás
maquinaria, una grúa de carga, aguadores, topes de frenos, planchas de rotación
y un amplio tendido férreo.
- Bodega Redonda
Uno de los edificios referentes
de la Edad Dorada y de la Viticultura de Tierra Bobal Utiel-Requena, la Bodega
Redonda es una instalación encargada en 1891 al ingeniero agrónomo Rafael
Janini Janini. Importante personalidad que realizaría diversas bodegas en la
toda la comarca (como La Noria en Utiel o Bodega Iranzo en Caudete de las
Fuentes) y cuya activa voluntad para plantar pie americano evitaría los
desastres que la filoxera ocasionó en otros lugares. El edificio de planta circular
presenta una arquitectura marcadamente racionalista y revolucionaria en su
época, basada en piedra viva, ladrillo macizo, arcilla, hierro colado, madera
de Mobila y mortero de cal con arena. El desnivel del terreno permitía a los
carros descargar la uva en la tolva mecanizada que por su propio peso llenaba
un gran lagar en la planta baja, del que era distribuida ya hecho mosto, por
medio de una noria de cangilones con un brazo giratorio a todos los depósitos
distribuidos por el perímetro circular del edificio. Para alcanzar la
diafanidad interior deseada se utilizó un entramado de forja que distribuía el
peso de la cubierta cónica a los extremos. La propiedad y uso de la “La
Redonda” pasaría por distintas manos hasta ser comprada por la Cooperativa
Agrícola, quien la tendría en uso hasta la inauguración de su propia bodega. En
1986 pasaría a ser la sede de la D.O Utiel-Requena y Museo del Vino.
Alrededor de la Bodega Redonda
podemos ver distintas piezas etnográficas que simbolizan la industrialización
de la tradición vinícola: maquinaria, estrujadoras, bombas o prensas de jaula.
Sobresale entre todas una “zambomba”, una especie de carro especializado para
el transporte de toneles desde las bodegas a los muelles de carga, aunque en
las distancias más largas se usaban “cabrias”, un carruaje tirado por varias
caballerías y capaz de llevar hasta ocho toneles.
Bodega Redonda .Utiel
- Bodega Vinícola Ibérica y Bodega B.P.
Estos dos casos eran de las pocas
grandes bodegas, pertenecientes a comisionistas forasteros o a la burguesía
local, que atravesaron la vía férrea para instalarse. Grandes construcciones de
una nave con cubierta a dos aguas donde se distribuían los trullos y depósitos
usados para la fabricación de vino de manera mecanizada, con apenas vanos de
cara al exterior, destacando las puertas de trullo para descargar la uva y los
óculos de ladrillo para ventilar. Estas dos instalaciones son un ejemplo de
esta tipología de bodegas industriales características del Barrio de las
Bodegas, como fueron Schenk (actual Muviedro), Garrigós, la Cruz, Cherubino
Valsangiacomo, Vinícola Mestre, Nuévalos, La Alfonsa, Llambés, Lambiés, Limorte,
etc.
- Cementerio Nuevo
Para los más curiosos y
aventureros recomendamos recorrer la Avenida de los Cipreses para hacer un
paréntesis en nuestra ruta por el Barrio de las Bodegas y visitar el Cementerio
Municipal (a 1 Km de distancia). El Cementerio Nuevo fue construido entre
1883-1885 con el objetivo de trasladar el Cementerio Viejo, que debía ser
demolido para la construcción del ferrocarril Valencia-Utiel. Con su distancia
se buscaba alejar a los fallecidos todo lo posible de la ciudad, pues durante
su ejecución se sufrió una virulenta epidemia de cólera (el Cólera Grande) que
acabó con la vida de más de 400 personas. El cementerio, de un tamaño
considerable, merece una buena visita necroturística para contemplar los bellos
panteones de estilo neogótico, modernista o clasicista donde descansa la
aristocracia local. Al igual que las tumbas de personalidades ilustres como el
dramaturgo teatral Enrique Rambal o el historiador Miguel Ballesteros Viana.
- Mesilla de la los Muertos
Bajo el nombre de “Mesilla de los
muertos”, se conoce un altar tallado en piedra caliza del año 1919 a imitación
de la antigua Mesilla de la Virgen. En este monolito, a medio camino entre la
Iglesia de la Asunción y el Cementerio Municipal, recuperaban fuerzas los
miembros del cortejo fúnebre al apoyar el ataúd (popularmente “atabú”) con el
fallecido para su descanso eterno.
- Casa-bodega con trullos
Ya hemos hablado de las grandes
bodegas industriales y las bodegas de trullo usadas por medianos propietarios.
Pero, además, debemos resaltar que la mayoría de viviendas particulares a lo
largo de toda la población tenían sus instalaciones propias con trullos para la
elaboración de vino. La casa que vemos es un ejemplo bien conservado de una
vivienda de planta baja con tres trullos, puertas de madera que descasan en
sillares de piedra (en uno de ellos reutilizan una rueda de molino partida por
la mitad), mientras en su primera planta residían los dueños y en la segunda
una cámara, las dos decoradas con balconadas de forja modernistas.
- Calle Las Cruces
Esta vía articulaba la
comunicación entre la ciudad de Utiel, el Barrio de las Bodegas y el Cementerio
Municipal. Un eje principal de la comunicación urbana con uso residencial,
aunque en su momento no faltaron sus grandes bodegas industriales como la ya
desparecida de Farnesio Aspas. A modo de curiosidad, durante el entierro del
político utielano-camporruteño Fidel García Berlanga, un gran defensor de los
intereses vinateros y alcoholeros de Utiel, la marcha fúnebre al pasar por esa
calle sería conformada por 14.000 personas.
- La Cava (cueva-bodega)
Bajo una casona del siglo XIX,
encontramos uno de los últimos ejemplos de bodegas subterráneas construidos en
Utiel. Antes de la llegada del ferrocarril, la elaboración artesanal de vino se
caracterizó por la utilización de estas cavidades del subsuelo, donde se
almacenaba y se conservaba aprovechando su temperatura estable. Las primeras
referencias documentales a su uso se remontan a 1387, pero no será hasta el
siglo XVIII cuando comienza a generalizarse el uso de tinajas como recipientes,
lo que daría el desarrollo de una importante industria tinajera que abastecería
a toda la comarca. La bodega subterránea de la Cava es un buen ejemplo del
tamaño que alcanzarían estas instalaciones en su recta final, cuando la demanda
de vino era tal que comenzó la mecanización e industrialización de todo el
proceso. Justamente la Cava supone el final del espacio urbano horadado para cuevas-bodegas
y el principio del Barrio de las Bodegas.
- Museo del Vino – Consejo Regulador de la D.O.P
Utiel-Requena
Regresamos a la Bodega Redonda,
concretamente a un edificio anexo al sur construido en 1932 como una ampliación
de los depósitos para almacenaje de vino. Desde 1986 es la sede del Consejo
Regular de la Denominación de Origen Protegida Utiel-Requena. Esta institución
nació bajo el nombre exclusivo de “Utiel” en 1932, siendo una de las
denominaciones de origen más antiguas de España.
Para finalizar el recorrido,
entramos en el interior de la Bodega Redonda propiamente dicha, que alberga el
Museo del Vino de Tierra Bobal Utiel-Requena. Una oportunidad excelente para
descubrir la tradición vinícola milenaria de la zona. Una tierra de vinos y de
bosques que se extiende por los municipios de Camporrobles, Caudete de las
Fuentes, Chera Fuenterrobles, Requena, Sinarcas, Utiel, Venta del Moro y
Villargordo del Cabriel, con más de 2500 años de tradición y que define
completamente nuestra identidad.
Esperemos que estas líneas sirvan
para apreciar el todavía rico patrimonio industrial del Barrio de las Bodegas
de Utiel, y que lleve a emprender medidas para su protección, recuperación y
puesta en valor.