RECUPERANDO LA MEMORIA ORAL DE UTIEL Y SUS ALDEAS
MEMORIAS
DE UTIEL DE HACE 68 AÑOS.LA CONSTRUCCIÓN DE
RUEDAS DE CARRO.
Saturnino
Martínez García.
Transcripción,
organización y redacción.
Mariano
López Marín
La
A.C. Serratilla está llevando a cabo el PROYECTO DE RECUPERACIÓN DE LA
MEMORIA ORAL DE UTIEL Y SUS ALDEAS durante este año 2017. Dentro de los
recursos patrimoniales de un pueblo están los
recursos inmateriales y entre
ellos el folklore ,los juegos
tradicionales, las fiestas, la tradiciones , la gastronomía, las
formas de vida del pasado, los viejos oficios testimonio de formas de vida de
otras épocas , las industrias tradicionales ,etc. Estos recursos patrimoniales
inmateriales tan ricos y parte de nuestra cultura popular sólo son recordados por nuestros mayores y esto ha animado a nuestra A.C. Serratilla a recogerlos como cultura ancestral de un
pueblo que no puede perderse y dentro
de los objetivos de dicha asociación de
recuperar patrimonio de nuestra ciudad y aldeas .
A lo largo del año 2017 iremos haciendo una serie de entrevistas a personas mayores que ejercieron determinadso oficios desaparecidos para recuperar para las nuevas generaciones ese saber popular que no está en los libros y que no se pierda .Daremos a conocer su contenido en nuestro blog y en el boletín cultural Utielanías.Este proóximo fin de semama,días 28 al 30 de abril , va a tener lugar en Utiel el evento " 250 AÑOS A LA LUZ DE LAS VELAS" y en el mismo va haber una feria de artesanos. Es un excelente momento para dar a conocer un oficio artesano como fue en Utiel el de fabricación de carros con numerosos talleres en la ciudad y en alguna de sus aldeas.
Y
que mejor ocasión para dar a conocer el proyecto que publicar en nuestro blog y en el Boletín Cultural " Utielanías" nº 14 un trabajo relacionando con este tema, con
antiguas profesiones en Utiel y sus aldeas y que nos remitió D. Saturnino Martínez
García al equipo de redacción de este boletín cultural y que convenientemente organizado y transcrito os damos a conocer. Se trata del proceso de construcción de las ruedas de un carro
como parte de la actividad artesana de
construcción de carros que en otras
épocas ya lejanas se hacía en Utiel y donde existieron diversos talleres
dedicados a esta actividad. Y todo ello
contado por una persona de nuestra localidad
que trabajó en un taller artesano
dedicado a este menester.
Descarga de uva en la
Cooperativa Agrícola. Fotografía de la colección de fotos antiguas
del ayuntamiento de Utiel. Donada
por Mª Carmen Muñoz Martínez .Fecha aproximada: 1954.Ese carro y esas ruedas fueron construidos en alguno de los
talleres de carros utielanos.
El
señor Saturnino nació un 7 de junio de
1941 en Utiel en la zona de los
Parcheles y lo llevaron hasta los 6 años a todos los colegios que había
entonces en la localidad, incluido el Colegio de Santa Ana. Hace 58 años que
vive fuera de Utiel, de donde se marchó
en 1958 y a donde viene a veces y se
hospeda en el Vegano, de cuyo dueño
Jesús Ruiz era amigo. Sus padres cansados de llevarlo de un colegio a otro sin
resultados decidieron, para que estuviese recogido y porque ellos trabajaban de
8 a 18 horas y no querían que tuviese
por la calle “apedreando perros”, ponerlo
a trabajar en casa de un buen amigo de
su padre, llamado Carlos y su esposa Carmen,
que tenía un taller de carros en la
Rambla. Según nos comenta el Sr. Saturnino” dedica
estas memorias a título póstumo a su maestro que le enseño cuanto explica en
este artículo y en ética a ser persona de bien, respetar a los demás y mucho
más.”
Allí
comenzó un 3 de marzo de 1948. Entonces en Utiel había varios talleres de
carros. Comenta el Sr Saturnino que comenzaron pagándole 5 pesetas a la semana y que le impusieron
como primera obligación que les sacase
silla a unos abuelos que todos los días se sentaban en el
taller, unas veces en la puerta y otras
dentro según las inclemencias del tiempo. Añade también que se quejaba una vez
ante estos abuelos que sólo le pagaban cinco pesetas por trabajar de lunes a sábado y que necesitaba diariamente una
peseta para almorzar. Y uno de ellos le dijo que no se quejase y que diera las
gracias porque él para que su hijo
aprendiera el oficio los dos primeros años
estuvo pagando al taller diez
pesetas todos los meses.
Imágenes
de la vida del Sr. Saturnino facilitadas
por el mismo. Arriba casa donde vivió hasta los 17años. En el centro fotografía de sus años
escolares. Parte inferior. Fachada del Colegio de Santa Ana de Utiel donde fue a clase.
El
Sr. Saturnino nos explica cómo se
construía una rueda en el taller donde trabajaba
Fabricación
de las ruedas. Este
proceso se realizaba en varias fases:
selección de la madera, despiece de las rueda y fabricación de sus distintas
piezas y colocación del aro metálico
alrededor de ellas.
1.- Selección de la madera .La selección de la madera es fundamental
en la fabricación de un carro y debe
selectamente escogida Pero para fabricar las ruedas la selección de la madera
debe todavía ser más rigurosa, en
palabras de nuestro protagonista “totalmente limpia de nudos y rabias “. Y
nos sigue explicando que “las rabias son unos remolinos que tiene la madera en pequeñas zonas específicas, sin malla, y la trabajes en la posición que la trabajes saca repelo.” Todo
profesional que trabaje la madera
sabe que toda madera tiene su
malla, y siempre trabajándola a la malla, sabe que le quedará mejor la
faena y le sacará más rendimiento .En el taller que trabajaba el
Sr. Saturnino se utilizaba madera de fresno para el cubo y madera de carrasca
o encina para los radios y las pines.
2.-Despiece de la rueda
Una vez escogida
la madera, en el caso de este taller de
la Rambla usaba para las ruedas madera de fresno para el cubo y de carrasca o encina para las pinas comenzaba
el proceso de fabricación de la rueda, el cubo, los radios, las pinas, el
aro, etc. Una rueda tenía un
cubo, 16 radios y 8 pinas. El cubo o cilindro central de la rueda donde van incrustados los radios, se serraba a medida y se llevaba al tornero para
terminarlo. Los radios se serraban de altos a 8 x 5, respetando siempre su altura. Con unas platillas adecuadas se
cepillaban, dándoles la forma adecuada.
Si observan la rueda de un carro se
darán cuenta que ambas puntas son diferentes. Las pinas con una plantilla se marcaban con un lápiz y serraban al grosor preciso de esa rueda .Una vez serradas las 8,
previamente marcadas con la plantilla, se galgueaban todas para que quedasen
todas igual. Realizadas todas estas operaciones tendremos el despiece de
las ruedas en el taller.
Despiece de una rueda según descripción de Saturnino Casas.
3.-Montaje de la rueda
a) Preparación técnica de las piezas de madera.
A los radios, en la
parte que se incrusta en el cubo, se les hace un pequeño corte de 3 mm de
profundo, en diagonal ambos lados .Con la azuela se hace un pequeño rebaje que
lleva el nombre de espiga.
A las pinas se les
hacen dos agujeros a cada una, uno para cada radio, y se repasan con un cepillo
especial y se lijan por la parte inferior de la curvatura. En la parte superior
de cada pina, en la curva y en cada
punta se le tiene que hacer con una sierra, a palo
grama, un pequeño cote o cotana, donde una vez montada en los radios se colocará una pequeña
chaveta en forma de cartabón para que
una vez colocado el aro metálico de la rueda
no se mueva ni un milímetro.
Una vez preparados para
el montaje los radios y las pinas hay que hacer el cobo. Ese cobo es una pieza
de madera en forma de arco hecha por un
tornero. Se cubre con dos cellos,
aros metálicos que se colocan alrededor
del cubo para protegerlo y al mismo tiempo impiden que el cobo se raje en el traqueteo.
A continuación con una barrena de unos
5 6 cm de paso se le hace el agujero en el centro, pasándolo de parte a
parte a lo largo donde despues irá la manguilla. Posteriormente en un artilugio llamado potro, preparado para sentarse, donde el oficial lo
sujetaba fuertemente y uno a uno iba
haciendo los dieciséis agujeros y los cuatreaba
para que la espiga de cada radio quedara firmemente sujeta.
El cubo se cocía en sal
gorda durante unas horas y una vez a
punto se procedía al montaje de los radios
b) Montaje
de los radios.
Se
colocaban en los agujeros correspondientes del
cubo, una vez que este se había
sacado de la cocción en sal gorda. Una vez puesto el primer radio con su
justa inclinación hacia el exterior de
la rueda todos los demás se ponían igual que el primero, y en palabras de nuestro
informante el Sr .Saturnino” no se podían cantear ni un milímetro del primero
pues si semejante medida no se tuviera en muy buena cuenta la ruedo al rodar
iría borracha haciendo eses, y sería
penoso para el animal al ir por los caminos iría continuamente mordiendo el
carril”.
Una
vez colocados todos los radios en sus
respectivos agujeros se tapaba el
agujero que se hizo para la manguilla
con un tapón con un punto al centro exacto del mismo donde se coloca el puntero fijo del compás.
Con
un compás como el de la ilustración, una vez fijado el centro, se desplazaba la
parte móvil en cada radio para saber dónde
se ponía el mechón sobre el que se colocarían las pinas. Este trabajo muy
delicado se hacía con una sierra de dos
manos manejada por el oficial y un aprendiz adelantado. La sierra no podía
perder la raya marcada por el compás. Una vez aserrados los radios por ambas
partes había que serrar el grosor del
mechón para lo cual se utilizaba una plantilla marcándolo con lápiz de
punta muy fina. Al aserrar este mechón
por ambas partes del radio debía hacerse
por la línea exacta marcada con la plantilla. Mientras se realizaban estas
operaciones en cada radio se sujetaban estos con un gato de carpintero para
que no vibrasen y se rompiesen.
c)
Colocación de las pinas.
Una
vez colocados los radios y hechos los correspondientes mechones en cada uno de
ellos para colocar las pinas, se colocaban estas formando un círculo perfecto.
Trabajando las juntas de las pinas donde quedaban unidas con mucha exactitud
debido a las necesarias y precisas chavetas, sin las cuales sería imposible la
colocación del aro metálico que rodea a
la rueda.
d)
Preparación del aro metálico de la rueda.
El
aro se hacía de una pieza que se
compraba recta, se cortaba a medida de
la longitud de la circunferencia de la rueda
y el maestro ya tenía bien aprendida esta longitud teniendo en cuenta
también la dilatación del hierro cuando se calentaba en el fuego para efectuar
esta unión. Añade el Sr. Saturnino que “ahora es más fácil efectuar esa unión porque
se corta la pieza justa y se suelda con la autógena”. Así nos explica este señor
como se efectuaba la unión de
los dos extremos de la pieza que iba a
formar el aro de la rueda.” Cuando yo
entré en este taller todavía se soldaba
a calda .Antes de arrollar el aro para formar la circunferencia se le hacía una muesca
a cada lado de esta pieza de hierro,
invertidas, de tal manera que al arrollarse casasen las dos muescas. Se
arrollaba con una maquina preparada para este tipo de faena y para otras como arrollar los cellos, desde
un aro pequeño hasta el aro más grande. Dicha maquina estaba formada por tres
potentes rodillos y una manivela a mano
cuyo movimiento lo transmitía por medio de engranajes a dichos rodillos .Era lenta pero no pesada.
Una vez casadas las dos muescas,
y entre ellas unidas entres si, se
colocaba un trozo de placa que vendían
en los almacenes de hierros, se cortaba lo necesario entre las dos muescas y con un pequeño golpe bien dado en el aro conseguía presionar la placa.
Posteriormente se metía la parte a
soldar en la fragua, muy similar a un
brasero grande alimentado con carbón
y con unos fuelles gigantes que
avivaban el fuego ventilándolo .La fragua del taller donde trabajaba yo era más
moderna y tenía un ventilador que
avivaba el fuego dejándole las calorías precisas para dejar el hierro
candente. Se sacaba el aro y sobre el
yunque se golpeaba con golpes rápidos pero suaves sobre la zona de unión de las
dos muescas, para que el hierro no se desparramase, consiguiendo así que ambas
se fundiesen quedando la circunferencia
del aro perfecta sin saber dónde empezaba y donde terminaba la pieza original.”
e) Colocación del aro metálico sobre la rueda
.
Ya
el aro y la rueda preparados se llevaban
a un sitio idóneo donde se tenía un espacio preparado para la ocasión con un mastil
fuertemente fijado al suelo al pie de una poceta con agua y espacio suficiente.
Se
preparaba primero poniendo los aros en
el suelo .Al primero se le ponían unos puntos de apoyo para que no tocara en el
suelo con el fin de que las brasas actuasen debajo del mismo para su correcto
calentamiento. El otro aro se colocaba encina del anterior con unos puntos de
separación entre ellos. Una vez colocados los aros se les ponían unas vallas formando un círculo
a su alrededor, por dentro y por fuera con una separación conveniente para
poder meter leña y virutas en espacio de
separación entre los dos
cercos. Se prendía fuego a la vez a toda la leña entre los dos cercos para
que su combustión fuera lo más uniforme
posible, alimentando ese fuego continuamente hasta que los aros enrojecían por
las altas temperaturas.
(UTIEL LABORIOSO) el de la palanca era el maestro que enseño al Sr. Saturnino a
fabricar ruedas de carro. A la izquierda la rueda apoyada sobre tres puntos de
apoyo a unos 40 cm de altura, dispuesta para ponerle los aros. Dibujos y fotos
del autor.
Una
vez que los aros habían enrojecido comenzaba el trabajo más penoso de este
oficio en palabras del Sr. Saturnino. Se tumbaba la rueda sobre tres puntos de
apoyo situados a unos 40 cm de altura y a continuación con unas palancas diseñadas
a propósito para esta faena, entre dos o tres personas como máximo para poder
rodear el círculo del fuego, se cogen los aros y se dejan sobre la rueda situada al lado, teniendo en cuenta que los 8
agujeros taladrados en el aro queden en el centro exacto de cada una de
las 8 pinas. Se cambiaba de palanca
y se utilizaba la que el oficial utilizaba para meter el aro en su sitio
mientras que el aprendiz en cada agujero del aro clavaba un clavo un poquito para que el aro no se saliese por
la aparte de abajo, manteniendo los clavos hasta que se terminaba de meter el
aro.
Despues
se cogía la rueda y se llevaba entre dos al foso del agua metiéndole rápidamente la palanca
por el agujero del cubo y encarándola en
el agujero que le corresponde en el mástil .Se le daba una vuelta rápida a la
rueda en el agua de la poceta para humedecer la
madera y al mismo tiempo quitarle
los clavos, sacándola rápidamente del agua con el fin de que el aro no pierda
el calor mientras que el oficial , con
un martillo y siempre girando la rueda, va colocando el aro en su sitio,
operación difícil al principio porque con el humo y las prisas era imposible
realizar esta operación. Se baja la rueda al agua y se termina de enfriar observando
la enorme presión que hace el aro ya frio sobre la rueda. Nos dice el Sr
Saturnino que “todo este proceso desde
que el aro cae sobre la rueda hasta su total enfriamiento no duraba más de dos
o tres minutos y que era costumbre esa
tarde, si era invierno merendar ensaimadas y chocolate y si era verano rosquilletas y horchata.”
f)
Colocación de la manguilla, el bocín y terminación de la rueda con su
pintado.
Una
vez que la rueda estaba en el taller se agrandaba el
agujero para la manguilla profesionalmente. Se tenía que dejar preparado para
que dicha manguilla entrase con mucha
presión, se ponían los cellos definitivos, dos detrás y un
delante más el bocín. Antes de colocar el bocín se tenía que
meter la manguilla y según el Sr Saturnino” no era cualquier cosa puesto que de su buena colocación dependía el
buen funcionamiento de la rueda.” Conforme se iba metiendo con una regla
situada en la parte superior de dicha
manguilla y rebasando la totalidad de la rueda
y con un compás se iban comprobando
a cada momento los cuatro puntos cardinales de la rueda sin pasarse ni un
milímetro en ninguna de las cuatro partes, así hasta su total penetración. Para golpear a la manguilla se utilizaba un
mazo de 5 kg pero si se resistía se utilizaba la almaina de 9 kg.
En
cada agujero del aro que coincidía con el centro de la pina se agujereaba, se le ponía un pasador y el último cello, el llamado bocín
o protege clavijas. Antes de poner la manguilla no se podía poner este bocín
porque esta parte del cubo era la que
descansaba sobre un tronco de unos 40 cm. de alto y de llevarlo puesto, al
sobresalir unos 5 cm. del total del
cubo y golpear la manguilla
deterioraría toda la moldura de la parte delantera del cubo y la clavija es la
que impide que la rueda se salga.
Ruedas terminadas.Fotografía de Saturnino Casas.
Las pinas se
repasaban mano con un cepillo dejándolas ajustadas al
aro de mayor a menor. Por la parte de
los radios se les hacía un semibombeado para matar el canto de la madera y
evitar la formación de astillas perjudiciales. Una vez bien lijados todos los
radios se pintaban ,dándoles una pasada de minio líquido como fondo para que la madera lo
absorbiera, terminando con una mano o dos de pintura roja para toda la madera.
Los hierros se pintaban de negro. Y así quedaban las ruedas listas para rodar,
incrustadas en el eje del carro, por esos caminos de la vida.
Un carro de varas o de chirrión con
todas sus partes y los atalajes de la caballería. Imagen tomada de la web:
http://lenguachurra.blogspot.com.es/2012/08/el-carro-y-las-cabellirias.html.
Muchas gracias.
Carro de pértigo de los que se
utilizaban para acarrear productos: cereales, forrajes, patatas, remolachas,
leña, estiércol, costales de harina, etc. Iba tirado por dos caballerías
uncidas con un yugo. El carretero las manejaba desde el carro. Foto .Mariano
López Marín.
Partes de un carro de pértigo.
Este
precioso esquema lo ha hecho Gregorio Boixo, padre del encargado de la página
web de Vegas del Condado, en León y autor de un montón de dibujos en los que
detalla los aperos que se usaban en su pueblo y en otros muchos. Muchas gracias.
Carro en la Calle Canónigo Muñoz de Utiel. Colección fotográfica
A.F.M Utiel. Donada por: Vicenta Ballesteros
Giménez.- Fecha aproximada: I
República (1873-1874.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario