In Memoriam
José Enrique Ejarque Ejarque
Hoy se marcha con su sonrisa serena y afable un amigo, un
hombre bueno.
Una de esas personas que miran con amabilidad a su alrededor
y saben plasmarlo con trazos de dibujo y retazos de poesía. Una de esas personas
que fue esposo, padre y Maestro.
Un amigo que deja un vacío enorme con su marcha, por todo lo
que dio y todo lo que ofreció.
Seguro que Talía y sus ocho compañeras lloran su partida
desconsoladas. Caronte no pedirá su moneda, le bastará con escuchar su verso
firme y sencillo.
Y mientras parte en la barca, los surcos de las viñas –desde
el Rebollar al Cabriel- susurran sus poemas al viento.
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