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jueves, 27 de abril de 2017

RECUPERANDO LA MEMORIA ORAL DE UTIEL Y SUS ALDEAS.LA CONSTRUCCIÓN DE RUEDAS DE CARRRO

RECUPERANDO  LA MEMORIA ORAL DE UTIEL Y SUS  ALDEAS
MEMORIAS DE UTIEL DE HACE 68 AÑOS.LA CONSTRUCCIÓN DE  RUEDAS DE CARRO.
Saturnino Martínez García.
Transcripción, organización y redacción.
Mariano López Marín
La A.C. Serratilla está llevando  a cabo el PROYECTO DE RECUPERACIÓN  DE  LA MEMORIA ORAL DE UTIEL Y SUS ALDEAS durante este año  2017. Dentro de los recursos patrimoniales de  un pueblo  están los  recursos  inmateriales y entre ellos el folklore ,los juegos  tradicionales,  las  fiestas, la tradiciones , la gastronomía, las formas de vida del pasado, los viejos oficios testimonio de formas de vida de otras épocas  , las industrias  tradicionales ,etc. Estos recursos patrimoniales inmateriales tan ricos y parte de nuestra cultura popular  sólo son recordados por  nuestros mayores  y esto  ha animado a nuestra A.C. Serratilla  a recogerlos como cultura ancestral de un pueblo  que no puede perderse y dentro de  los objetivos de dicha asociación de recuperar patrimonio  de nuestra ciudad y aldeas .
 A lo largo del año 2017 iremos haciendo una serie de entrevistas  a personas mayores que ejercieron determinadso oficios desaparecidos para recuperar para las nuevas generaciones ese saber popular que no está en los libros y que no se pierda .Daremos a conocer  su contenido en nuestro blog y en el boletín cultural Utielanías.Este proóximo fin de semama,días 28 al 30 de abril , va a tener lugar en Utiel el evento  " 250 AÑOS A LA LUZ DE LAS VELAS" y en el mismo va  haber  una feria de artesanos. Es un excelente  momento para dar a conocer un oficio artesano como fue en Utiel el de fabricación de carros con numerosos talleres en la ciudad  y en alguna de sus aldeas.

            Y que mejor ocasión para dar a conocer el proyecto  que publicar en  nuestro blog  y en el Boletín Cultural " Utielanías" nº 14 un  trabajo relacionando con este tema, con antiguas  profesiones en Utiel y  sus aldeas   y que nos remitió D. Saturnino Martínez García al equipo de redacción de este boletín cultural  y que convenientemente  organizado y transcrito  os damos a conocer. Se trata del proceso  de construcción de las ruedas de un carro como parte  de la actividad artesana de construcción de carros que  en otras épocas ya lejanas se hacía en Utiel y donde existieron diversos talleres dedicados a esta actividad. Y  todo ello contado por una persona de nuestra localidad  que trabajó  en un taller artesano dedicado a este menester.




Descarga de uva en la Cooperativa Agrícola. Fotografía de la colección de fotos antiguas del ayuntamiento de Utiel. Donada por Mª Carmen Muñoz Martínez .Fecha aproximada:           1954.Ese carro y esas  ruedas fueron construidos en alguno de los talleres de carros utielanos.

El señor Saturnino  nació un 7 de junio de 1941 en Utiel  en la zona de los Parcheles y lo llevaron hasta los 6 años a todos los colegios que había entonces en la localidad, incluido el Colegio de Santa Ana. Hace 58 años que vive  fuera de Utiel, de donde se marchó en 1958   y a donde viene a veces   y se hospeda en el Vegano, de  cuyo dueño Jesús Ruiz era amigo. Sus padres cansados de llevarlo de un colegio a otro sin resultados decidieron, para que estuviese recogido y porque ellos trabajaban de 8 a 18 horas  y no querían que tuviese por la calle “apedreando perros”, ponerlo a trabajar  en casa de un buen amigo de su padre, llamado  Carlos y su esposa Carmen, que  tenía un taller de carros en la Rambla. Según nos comenta el Sr. Saturnino” dedica estas memorias  a título póstumo a  su maestro que le enseño cuanto explica en este artículo y en ética a ser persona de bien, respetar a los demás y mucho más.”
Allí comenzó un 3 de marzo de 1948. Entonces en Utiel había varios talleres de carros. Comenta el Sr Saturnino que comenzaron pagándole  5 pesetas a la semana y que le impusieron como primera obligación  que les sacase silla  a unos  abuelos que todos los días se sentaban en el taller, unas veces en la puerta  y otras dentro según las inclemencias del tiempo. Añade también que se quejaba una vez ante estos abuelos que sólo le pagaban cinco pesetas  por trabajar de lunes a  sábado y que necesitaba diariamente una peseta para almorzar. Y uno de ellos le dijo que no se quejase y que diera las gracias porque  él para que su hijo aprendiera el oficio los dos primeros años  estuvo pagando al taller  diez pesetas  todos los meses.






Imágenes de la vida del Sr. Saturnino facilitadas  por el mismo. Arriba casa donde vivió hasta los 17años. En el centro  fotografía de sus años escolares. Parte inferior. Fachada del Colegio de Santa Ana de Utiel  donde fue a clase.

El Sr. Saturnino nos explica  cómo se construía una rueda en el taller donde trabajaba
Fabricación de las  ruedas. Este proceso  se realizaba en varias fases: selección de la madera, despiece de las rueda y fabricación de sus distintas piezas  y colocación del aro metálico alrededor de ellas.
1.- Selección de la madera .La selección de la madera es fundamental en  la fabricación de un carro y debe selectamente escogida Pero para fabricar las ruedas la selección de la madera debe todavía ser más  rigurosa, en palabras de nuestro protagonista  “totalmente limpia de nudos y rabias “. Y nos sigue explicando  que “las rabias son unos remolinos  que tiene la madera en pequeñas zonas  específicas, sin malla, y la  trabajes en la posición que  la trabajes saca repelo.” Todo profesional que trabaje la madera  sabe  que toda madera tiene su malla, y siempre  trabajándola a la  malla, sabe que le quedará mejor la faena  y le sacará más  rendimiento .En el taller que trabajaba el Sr. Saturnino se utilizaba madera de fresno para el cubo y madera de carrasca o encina para los radios y las pines.
2.-Despiece de la rueda
Una vez escogida la madera, en el caso de   este taller de la Rambla usaba para las ruedas  madera  de fresno para el cubo y  de carrasca o encina para las pinas comenzaba el proceso de fabricación de la  rueda, el cubo, los radios, las pinas, el  aro, etc.  Una rueda tenía un cubo, 16 radios y 8 pinas. El cubo o cilindro central de la rueda donde  van incrustados  los radios, se  serraba a medida y se llevaba al tornero para terminarlo. Los radios se serraban de altos a 8 x 5, respetando siempre  su altura. Con unas platillas adecuadas se cepillaban, dándoles la forma  adecuada. Si observan la  rueda de un carro se darán cuenta que ambas puntas son diferentes. Las pinas con una plantilla  se marcaban con un lápiz  y serraban al grosor preciso  de esa rueda .Una vez serradas las 8, previamente marcadas con la plantilla, se galgueaban todas para que quedasen todas igual. Realizadas todas estas operaciones tendremos el despiece de las  ruedas en el taller.


                            Despiece de  una rueda según descripción de Saturnino Casas.

3.-Montaje de la rueda

a) Preparación  técnica de las piezas de madera.
A los radios, en la parte que se incrusta en el cubo, se les hace un pequeño corte de 3 mm de profundo, en diagonal ambos lados .Con la azuela se hace un pequeño rebaje que lleva el nombre de espiga.
A las pinas se les hacen dos agujeros a cada una, uno para cada radio, y se repasan con un cepillo especial y se lijan por la parte inferior de la curvatura. En la parte superior de cada pina, en la curva  y en cada punta   se  le tiene que hacer con una sierra, a palo grama, un pequeño cote o cotana, donde una vez montada en  los radios se colocará una pequeña chaveta  en forma de cartabón para que una vez colocado el aro metálico de la rueda  no se mueva ni un milímetro.
Una vez preparados para el montaje  los radios y las pinas  hay que hacer el cobo. Ese cobo es una pieza de madera en forma de arco  hecha por un tornero. Se cubre  con dos cellos, aros metálicos  que se colocan alrededor del cubo para protegerlo y al mismo tiempo impiden que el cobo se raje en el traqueteo. A continuación  con una barrena de unos 5  6 cm de paso se le hace el  agujero en el centro, pasándolo de parte a parte a lo largo donde despues irá la manguilla. Posteriormente  en un artilugio llamado potro,  preparado para sentarse, donde el oficial lo sujetaba fuertemente  y uno a uno iba haciendo los dieciséis agujeros y los cuatreaba  para que la espiga de cada radio quedara firmemente sujeta.
El cubo se cocía en sal gorda durante unas  horas y una vez a punto se procedía al montaje de los radios
b) Montaje de  los radios.
Se colocaban en los agujeros correspondientes del  cubo, una vez que  este se había sacado de la cocción en sal gorda. Una vez puesto el primer radio con su justa  inclinación hacia el exterior de la rueda  todos los demás se ponían igual  que el primero, y en palabras de nuestro informante el Sr .Saturnino” no se  podían cantear ni un milímetro del primero pues si semejante medida no se tuviera en muy buena cuenta la ruedo al rodar iría borracha haciendo eses, y  sería penoso para el animal al ir por los caminos iría continuamente mordiendo el carril”.
Una vez  colocados todos los radios en sus respectivos agujeros se  tapaba el agujero que se hizo  para la manguilla con  un tapón  con un punto al centro exacto del mismo  donde se coloca el puntero fijo del compás.

Con un compás como el de la ilustración, una vez fijado el centro, se desplazaba la parte móvil en cada radio para saber dónde  se ponía el mechón sobre el que se colocarían las pinas. Este trabajo muy delicado  se hacía con una sierra de dos manos manejada por el oficial y un aprendiz adelantado. La sierra no podía perder la raya marcada por el compás. Una vez aserrados los radios por ambas partes había que serrar  el grosor del mechón para lo cual se utilizaba una plantilla marcándolo con lápiz de punta  muy fina. Al aserrar este mechón por ambas partes del  radio debía hacerse por la línea exacta marcada con la plantilla. Mientras se realizaban estas operaciones en cada radio se sujetaban estos con un gato de carpintero para que  no vibrasen y  se rompiesen.
c) Colocación de las pinas.
Una vez colocados los radios y hechos los correspondientes mechones en cada uno de ellos para colocar las pinas, se colocaban estas formando un círculo perfecto. Trabajando las juntas de las pinas donde quedaban unidas con mucha exactitud debido a las necesarias y precisas chavetas, sin las cuales sería imposible la colocación del aro metálico  que rodea a la rueda.
d) Preparación del aro metálico de la rueda.
El aro  se hacía de una pieza que se compraba recta, se cortaba  a medida de la longitud de la circunferencia de la rueda  y el maestro ya tenía bien aprendida esta longitud teniendo en cuenta también  la dilatación del hierro  cuando se calentaba en el fuego para efectuar esta unión. Añade el Sr.  Saturnino que “ahora es más fácil efectuar esa unión porque se corta la pieza justa y se suelda con la autógena”. Así nos explica  este señor  como se efectuaba la  unión de los  dos extremos de la pieza que iba a formar el aro de la rueda.” Cuando yo entré en este taller  todavía se soldaba a calda .Antes de arrollar el aro para formar la  circunferencia se le hacía una  muesca   a cada lado  de esta pieza de hierro, invertidas, de tal manera  que  al arrollarse casasen las dos muescas. Se arrollaba con una maquina preparada para este tipo de faena  y para otras como arrollar los cellos, desde un aro pequeño hasta el aro más grande. Dicha maquina estaba formada por tres potentes rodillos  y una manivela a mano cuyo movimiento lo transmitía por medio de engranajes a  dichos rodillos .Era lenta pero  no pesada.
Una vez casadas las dos muescas, y  entre ellas unidas entres si, se colocaba un trozo de placa que vendían  en los almacenes de hierros, se cortaba lo necesario  entre las dos muescas y con un pequeño  golpe bien dado  en el aro conseguía presionar la placa.
Posteriormente se metía la parte a soldar en la fragua, muy similar a  un brasero grande alimentado con carbón  y  con unos fuelles gigantes que avivaban el fuego ventilándolo .La fragua del taller donde trabajaba yo era más moderna y tenía un ventilador que  avivaba el fuego dejándole las calorías precisas para dejar el hierro candente. Se sacaba el aro  y sobre el yunque se golpeaba con golpes rápidos pero suaves sobre la zona de unión de las dos muescas, para que el hierro no se desparramase, consiguiendo así que ambas se fundiesen  quedando la circunferencia del aro perfecta sin saber dónde empezaba y donde terminaba la pieza original.”

e) Colocación del  aro metálico sobre la  rueda
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Ya el aro y la rueda preparados se llevaban  a un sitio idóneo donde se tenía un espacio preparado para la ocasión con un mastil fuertemente fijado al suelo al pie de una poceta con agua y espacio suficiente.    
  Se preparaba primero poniendo  los aros en el suelo .Al primero se le ponían unos puntos de apoyo para que no tocara en el suelo con el fin de que las brasas actuasen debajo del mismo para su correcto calentamiento. El otro aro se colocaba encina del anterior con unos puntos de separación entre ellos. Una vez colocados los aros  se les ponían unas vallas formando un círculo a su alrededor, por dentro y por fuera con una separación conveniente para poder meter leña y virutas en espacio de  separación entre los dos cercos. Se  prendía fuego a la vez  a toda la leña entre los dos cercos para que  su combustión fuera lo más uniforme posible, alimentando ese fuego continuamente hasta que los aros enrojecían por las altas temperaturas.
                                                        
                                        

                                         
   (UTIEL LABORIOSO)  el de la palanca   era el maestro que enseño al Sr. Saturnino a fabricar ruedas de carro. A la izquierda la rueda apoyada sobre tres puntos de apoyo a unos 40 cm de altura, dispuesta para ponerle los aros. Dibujos y fotos del autor.
Una vez que los aros  habían enrojecido  comenzaba el trabajo más penoso de este oficio en palabras del Sr. Saturnino. Se tumbaba la rueda sobre tres puntos de apoyo situados a unos 40 cm de altura y a continuación con unas palancas diseñadas a propósito para esta  faena, entre  dos o tres personas como máximo para poder rodear el círculo del fuego, se cogen los aros y se dejan sobre la rueda  situada al lado, teniendo en cuenta que los 8 agujeros taladrados en el aro queden en el centro exacto de cada una de las  8 pinas. Se cambiaba de palanca y  se utilizaba  la que el oficial  utilizaba para meter el aro en su sitio mientras que el aprendiz en cada agujero del aro clavaba un clavo  un poquito para que el aro no se saliese por la aparte de abajo, manteniendo los clavos hasta que se terminaba de meter el aro.
Despues se cogía la rueda y se llevaba entre dos al foso  del agua metiéndole rápidamente la palanca por  el agujero del cubo y encarándola en el agujero que le corresponde en el mástil .Se le daba una vuelta rápida a la rueda en el agua de la poceta para humedecer la  madera  y al mismo tiempo quitarle los clavos, sacándola rápidamente del agua con el fin de que el aro no pierda el calor  mientras que el oficial , con un martillo y siempre girando la rueda, va colocando el aro en su sitio, operación difícil al principio porque con el humo y las prisas era imposible realizar esta operación. Se baja la rueda al agua y se termina de enfriar observando la enorme presión que hace el aro ya frio sobre la rueda. Nos dice el Sr Saturnino que “todo este proceso desde que el aro cae sobre la rueda hasta su total enfriamiento no duraba más de dos o tres minutos y  que era costumbre esa tarde, si era invierno merendar ensaimadas y chocolate   y si era verano rosquilletas y horchata.”
f) Colocación de la  manguilla, el  bocín y terminación de la rueda con su pintado.
Una vez  que la  rueda estaba en el taller se agrandaba el agujero para la manguilla profesionalmente. Se tenía que dejar preparado para que dicha manguilla entrase  con mucha presión, se ponían los cellos definitivos, dos detrás y un delante más el bocín. Antes de colocar el bocín se tenía  que  meter la manguilla y según el Sr Saturnino” no era cualquier cosa puesto que de su buena colocación dependía el buen funcionamiento de la rueda.” Conforme se iba metiendo con una regla situada  en la parte superior de dicha manguilla y rebasando la totalidad de la rueda  y con un compás se  iban comprobando a cada momento los cuatro puntos cardinales de la rueda sin pasarse ni un milímetro en ninguna de las cuatro partes, así hasta su total penetración.  Para golpear a la manguilla se utilizaba un mazo de 5 kg pero si se resistía se utilizaba la almaina de 9 kg.
En cada agujero del aro que coincidía con el centro de la pina   se agujereaba, se le ponía un pasador  y el último cello, el llamado bocín o protege clavijas. Antes de poner la manguilla no se podía poner este bocín porque esta parte del cubo  era la que descansaba sobre un tronco de unos 40 cm. de alto y de llevarlo puesto, al sobresalir unos 5 cm. del total del  cubo  y golpear la manguilla deterioraría toda la moldura de la parte delantera del cubo y la clavija es la que impide que la rueda se salga.
                               Ruedas terminadas.Fotografía de Saturnino Casas.
Las pinas se repasaban  mano  con un cepillo dejándolas ajustadas al aro  de mayor a menor. Por la parte de los radios se les hacía un semibombeado para matar el canto de la madera y evitar la formación de astillas perjudiciales. Una vez bien lijados todos los radios se pintaban ,dándoles una pasada de minio  líquido como fondo para que la madera lo absorbiera, terminando con una mano o dos de pintura roja para toda la madera. Los hierros se pintaban de negro. Y así quedaban las ruedas listas para rodar, incrustadas en el eje del carro, por esos caminos de la vida.
                                                                                                                                   





 Un carro de varas o de chirrión con todas sus partes y los atalajes de la caballería. Imagen tomada de la web: http://lenguachurra.blogspot.com.es/2012/08/el-carro-y-las-cabellirias.html. Muchas gracias.
Carro de pértigo de los que se utilizaban para acarrear productos: cereales, forrajes, patatas, remolachas, leña, estiércol, costales de harina, etc. Iba tirado por dos caballerías uncidas con un yugo. El carretero las manejaba desde el carro. Foto .Mariano López Marín.


Partes de un carro de pértigo. Este precioso esquema lo ha hecho Gregorio Boixo, padre del encargado de la página web de Vegas del Condado, en León y autor de un montón de dibujos en los que detalla los aperos que se usaban en su pueblo y en otros muchos. Muchas gracias.


Colección de retratos de la vendimia en Utiel perteneciente al M.I   . Ayuntamiento. Foto  donadas por José Luis Ramírez Ortiz. Aproximadamente año 1920.En ambas aparece el carro de varas o de chirrión  que sería construido en los talleres utielanos.



Carro en la Calle Canónigo Muñoz de Utiel. Colección fotográfica  A.F.M  Utiel. Donada por: Vicenta Ballesteros Giménez.- Fecha aproximada:        I República (1873-1874.


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